La radiografía dental es una clase de imagen tomada a la boca y dientes, una imagen alcanzada gracias al uso de rayos X (forma de radiación electromagnética de alta energía) que penetran en el organismo y entregan un registro en una pantalla digital o película revelada.
Las estructuras densas, como las famosas tapaduras (obturaciones) metálicas, se muestra de color blanco en la radiografía, por su parte las estructuras que contienen aire aparecerán de color negro; los dientes, líquidos y tejidos, de un color sombreado o gris. En cuanto a la manera en que se realizan estas tomas, se tiene que mencionar que se realizan en consultorios o clínicas odontológicas.
En la actualidad y gracias a los avances en tecnología, la mayoría de las radiografías dentales son digitales, puesto que la radiación transmitida durante este procedimiento es menor a la utilizada con el método tradicional. Este examen casi no requiere preparación, más bien se trata de una práctica diaria (por su baja dosis de radiación ionizante), utilizada por el dentista o cirujano para tratamientos de extracciones e implantes, aparatos dentales y dientes postizos.
No obstante, el especialista analiza si es seguro tomar estos exámenes dentales a embarazadas, esto según el tiempo de gestación. Por otra parte, en su práctica se les solicita a los pacientes que quiten joyas, lentes u objetos metálicos que pudieran afectar el resultado de esta técnica de rayos X. Los otros detalles en el cómo se toman las radiografías dentales, tienen que ver con los cuidados del paciente, por ejemplo proteger de la exposición radiactiva al resto del cuerpo con un delantal de plomo.
Tipos de radiografías dentales
Los tipos de radiografías se dividen en intraorales y extraorales. Dentro de las radiografías intraorales, es decir imagen del interior de la boca, encontramos: la radiografía periapical, palatal (también conocida como oclusal) e interproximal (aleta de mordida). En las radiografías extraorales, o sea tomadas desde afuera de la boca, está: la cefalométrica (teleradiografía) y panorámica (ortopantomografía). La elección de una de estas alternativas va a ser elección del especialista, guiado con las condiciones particulares que pueda presentar el paciente.
En la radiografía periapical se entrega una imagen del diente completo, desde su raíz hasta la corona completa, incluyendo el tejido circundante, nos ayuda a valorar problemas de un diente en particular o infecciones en el tejido de soporte. La radiografía palatal o oclusal entrega una imagen de los dientes escondidos, para lograrlo el tubo de rayos X se posiciona perpendicular a la placa, esta alternativa se encuentra en desuso, ya que el escáner 3D permite una valoración más exacta de la posición.
La radiografía interproximal o aleta de mordida, valora sola la corona de los dientes, sirve puntualmente para detectar las caries interproximales y se realiza mordiendo un posicionador. La cefalométrica, también conocida como teleradiografía, arroja una imagen lateral de la cara para mostrar la mandíbula y estructuras de esta área, se ocupan para diagnosticar problemas en las vías.
Radiografías panorámicas dentales
La radiografía más utilizada en la consulta dental es la panorámica o ortopantomografía, esta radiografía muestra dientes y maxilares en la misma toma, y se realiza ocupando una máquina especial que rota alrededor de la cabeza. En el tema de cómo se toman las radiografías dentales, se pueden reconocer también sus ventajas, como en el caso de la panorámica, imagen que logra entregar mucha información, recurriendo a un procedimiento dental sencillo, que presenta una carga mínima de radiación.