La caída de los dientes de leche es un proceso natural por el cual pasan todos los niños y que forma parte de un crecimiento completamente sano durante la infancia. Sin embargo, puede haber diversos factores que alteren este desarrollo dental.
Es muy importante entender el funcionamiento de este intercambio de dientes para detectar algunos problemas que se pueden desarrollar y que se derivan en otras consecuencias a largo plazo. Alguno de los más comunes es la pérdida de dientes de leche de forma temprana.
Es por ello que es recomendable que los niños asistan al menos dos veces al año al dentista para detectar problemas de forma oportuna que no interrumpan el desarrollo normal de los dientes.
¿Qué son los dientes de leche?
Los dientes de leche son las 20 piezas dentales primarias que aparecen durante los tres primeros años de vida de un bebé. Permanecen de forma temporal en la boca hasta que son reemplazados por la dentadura definitiva.
Empiezan a desprenderse alrededor de los 6 años y su proceso fisiológico no termina hasta los 12 aproximadamente. Esto se da gracias a una absorción de las raíces que sostienen los dientes, permitiendo su inestabilidad y caída. Normalmente, el orden de la pérdida de dientes presenta las siguientes características:
- Los incisivos, las piezas delanteras, son los primeros que muestran señales de aflojarse desde los 5 o 6 años hasta los 9.
- Los molares de la parte posterior, realizan su caída entre los 10 o 12 años, mostrando la dentadura final ya a la edad de 13.
La función desempeñada por esta dentadura primeriza es de vital importancia, ya que mantiene el espacio adecuado en la mandíbula mientras se forman los dientes definitivos por debajo de las encías. Asimismo, también permite que los peques realicen acciones como comer, hablar o sonreír de forma normal.
Es por ello, que su pérdida de forma muy temprana, alienta a que los dientes adultos no tengan espacio suficiente y adopten una posición amontonada y disfuncional.
Causas que propician la caída prematura de dientes de leche
Caries: Esto produce la extracción temprana del diente por parte del odontólogo. Mantener una dieta muy moderada en azúcares ayudará a evitar la aparición de placa, así como una limpieza de dientes de forma diaria.
Golpes: Si su hijo ha sufrido alguna caída o golpe, es aconsejable que revise si su dentadura o mandíbula no han sido afectadas. Para despejar dudas puede acudir a una cita con el odontopediatra.
Falta de calcio: Alimentos ricos en fósforo, magnesio o vitamina D ayudan a que el calcio se absorba mejor en los huesos. Junto a una dieta sana y equilibrada, los pequeños crecerán con una masa ósea fuerte.
Raíces débiles: Causado por trastornos bucales que impiden su desarrollo normal. Es importante visitar al dentista para conocer su existencia, ayudando a tener un mayor cuidado de sus dientes a lo largo de su crecimiento.