La sensibilidad dental aparece cuando se pierde el esmalte o la cubierta suave de la raíz, llamada “cemento dental”. También cuando las encías se retraen dejando la raíz del diente y la dentina expuestas.
Entre las causas del daño se incluyen cepillar los dientes inadecuadamente o usar un cepillo muy duro, el consumo de comidas azucaradas y ácidas, y rechinar los dientes. El dentista podría referirse a este dolor como “hipersensibilidad dental”.
Si sientes dolor en el nervio del diente, es porque el esmalte o el cemento dental de la raíz de los dientes esta desgastado, quedando los túbulos dentinarios expuestos. Los túbulos llegan hasta la pulpa microscópica que contiene los nervios que pasan por el interior del diente y cuando se exponen a sustancias calientes, frías, ácidas o azucaradas, generan un dolor agudo y punzante en los dientes.
Cinco causas de la sensibilidad dental
- Cepillado agresivo
Si te cepillas con mucha fuerza, es posible que se desgasten el cemento dental de la raíz y el esmalte. Si descubres que desgastas tus cepillos más rápido que el hilo dental, es posible que tengas que ajustar tu técnica para proteger el esmalte. Cepillarte de más no solo daña el esmalte, también puede provocar la retracción de las encías, de manera que las partes más blandas de tus dientes quedan expuestas y eso puede causar dolor y sensibilidad.
- Falta de rutina de cuidado oral
El cepillado de los dientes, el uso de hilo dental y el uso de enjuagues bucales son factores clave para mantener una buena salud bucal. Cuando limpies tus dientes, presta atención y haz que forme parte de tu rutina diaria, no olvides incluir el cepillado con un dentífrico con flúor, ya que así también protegerás y fortalecerás el único suministro de esmalte dental de tu cuerpo. Cuando el esmalte se desgasta, la dentina queda expuesta, lo que puede provocar sensibilidad dental.
- Encías retraídas
Si adviertes que tus encías comienzan a separarse de los dientes, significa que las encías están retrayéndose. Esto expone los túbulos dentinarios, que se conectan con nervios sensibles dentro de los dientes. Las líneas de encías retraídas no solo pueden ser el resultado de cepillarse muy fuerte los dientes; si tienes encías retraídas, consulta con tu dentista para obtener un diagnóstico adecuado y asegurarte de que no tienes algo más grave que debería tratar un profesional.
- Dieta ácida
Si frecuentemente consumes alimentos y bebidas ácidos o agrios, es posible que esto te quite el esmalte dental. Equilibra tu dieta para controlar el consumo de alimentos con alto contenido ácido, como frutos cítricos, tomates, granos, productos encurtidos y bebidas ácidas, como jugo de naranja, café, bebidas deportivas, vino y refrescos carbonatados.
- Dieta azucarada
El consumo excesivo de alimentos dulces, como galletas, dulces, pasteles y helados puede fomentar el crecimiento de bacterias. Los ácidos que producen las bacterias en la placa pueden debilitar la estructura de los dientes. Controla tu consumo de dulces y caramelos para proteger tus dientes. Las caries pueden provocar dolor en los dientes, así que consulta con tu dentista para encontrar la causa de tus dientes sensibles.
Consejos para aliviar los dientes
- Cepillos de filamentos suaves: Para reducir la sensibilidad dental, debes cuidar bien tus dientes. Mientras más fuerte te cepilles, más susceptible serás a que las líneas de la encía se retraigan, y más desgastarás el esmalte o el cemento dental más suave, lo cual deja expuestos los túbulos dentinarios. Y, aunque los dientes empiecen a mejorar con el tratamiento, es importante que sigas cepillándolos suavemente con cepillos de cerdas suaves.
- Protege tus dientes en la noche: Es posible que rechines los dientes de manera involuntaria mientras duermes. Esto se conoce como bruxismo y, a largo plazo, la fricción puede provocar la erosión del esmalte. Un indicio de que rechinas los dientes mientras duermes es despertar con la mandíbula dolorida. Consulta con tu dentista, quien podrá recomendarte un protector bucal para que protejas los dientes durante la noche.
- Utiliza una pasta dental y enjuague bucal adecuados: Los enjuagues bucales especiales para sensibilidad penetra los túbulos dentinarios abiertos para prevenir de manera activa que los estímulos dolorosos lleguen a los nervios, y así bloquea la sensibilidad desde la raíz. Junto con una pasta dental con flúor para combatir las caries, te ayudará a proteger aún más tu esmalte.
- Consulta con un especialista: Si sientes que el dolor no se va, debes consultar de inmediato con un dentista para conocer las opciones de tratamiento apropiadas para la sensibilidad dental. El dentista no solo diagnosticará el problema, sino que, además, puede darte consejos acerca de tratamientos para combatir el dolor.
